El aquaplaning, también llamado hidroplaneo o acuaplaneo en español, se trata de un fenómeno peligroso que tiene lugar en aquellas ocasiones en las que un vehículo circula a través de una carretera que tiene grandes cantidades de agua.
Esto ocurre debido a que los surcos que poseen las ruedas no son capaces de expulsar el agua que entra a través de ellos con suficiente velocidad y en consecuencia, terminan perdiendo agarre y haciendo que el vehículo se deslice alrededor de la misma forma que al estar patinando en una pista de hielo.
Se trata de una situación bastante peligrosa debido a que al producirse, sobre todo en días de mucha lluvia, se puede perder por completo el control de nuestro coche, por lo que no lograremos hacer que frenen o giren y al ir a gran velocidad es común que los accidentes se produzcan con frecuencia y que las consecuencias sean nefastas.
Por eso, a través de este post deseamos hablar sobre cómo evitar hacer aquaplaning.
¿Por qué se produce el aquaplaning?
El aquaplaning suele producirse por 2 factores específicos: el primero consiste en el grosor de la película de agua en la que se desplaza el vehículo, ya que mientras mayor sea el grosor, mayor será también la cantidad de agua y el riesgo de perder el control.
Por su parte, el segundo factor se trata de la velocidad del coche, dado que mientras más rápido se desplace, mayor será el riesgo de hacer aquaplaning.
Ahora bien, cabe mencionar que lo primero que podemos percibir como conductores en el momento en que se produce dicho fenómeno, consiste en una sensación que hace pensar que el eje delantero del vehículo está flotando, lo cual sería bastante parecido a conducir a través de placas de hielo.
Al ocurrir esto, cuesta poco girar el volante e inmediatamente el aquaplaning ocasiona la pérdida de la dirección.
¿De qué manera podemos evitar terminar haciendo aquaplaning?
Con el fin de evitar el aquaplaning, lo más recomendable suele ser que al tener que desplazarnos a través de alguna carretera en días lluviosos, nos aseguremos de hacerlo a una baja velocidad.
Del mismo modo es conveniente que ajustemos nuestra conducción no solo de acuerdo a las condiciones que tengan los neumáticos de nuestro automóvil, sino también al estado que tenga la carretera.
En este sentido, es oportuno que tengamos en cuenta que unos neumáticos nuevos podrían llegar a hacer aquaplaning cuando los coches alcanzan velocidades que ronden los 75-80km/h.
De igual manera, resulta esencial que nos aseguremos de revisar periódicamente los neumáticos, a fin de garantizar que se encuentran en buenas condiciones, y además usar aquellos que se ajusten de mejor manera al modelo de nuestro automóvil, debido a que cada fabricante suele crear un determinado modelo destinado a cada coche a fin de ofrecer mayores prestaciones, y también más seguridad.
Así, es importante que no optemos por el uso de neumáticos económicos y/o fabricados por marcas poco reconocidas, ya que aunque puedan funcionar apropiadamente en seco, es posible que en mojado tengan prestaciones bastante reducidas, y que permitan que el aquaplaning se presente con mayor rapidez.
También cabe mencionar que reconocer una situación de aquaplaning resulta algo muy simple, ya que como hemos mencionado, se suele percibir una sensación de flotabilidad y no suele costar mucho poder girar.
Además, se pierde la dirección. Por eso, al conducir en días de lluvia, lo mejor será que intentemos prever la cantidad de agua presente alrededor de la carretera, algo que podemos hacer al observar con atención el estado en que se encuentra la carretera.
De la misma forma, podemos evitar hacer acuaplaning al cerciorarnos de conducir de manera suave, evitando tanto los posibles frenazos como los cambios bruscos de dirección.
En cualquier caso, al estar en medio de una situación de aquaplaning a lo largo de una recta, será preciso que mantengamos la calma y evitemos mover el volante, lo mejor será que lo mantengamos quieto, y que poco a poco soltemos el acelerador.
De este modo, cuando el vehículo reduzca la velocidad, tendremos la oportunidad de recuperar el control.
En aquellos casos donde el aquaplaning tenga lugar en medio de una curva, tendremos que hacer lo mismo que en la recta, aunque en esta ocasión no debemos dejar el volante quieto, sino asegurarnos de girarlo solo lo justo para poder trazar la curva a través de la cual se desplaza el coche.
Es importante que evitemos girar más de lo debido hasta cerciorarnos que el automóvil ha recuperado su agarre.
De igual modo, resulta esencial que tengamos presente que, en estos casos, tenemos que evitar frenar el vehículo, ya que al hacerlo, en el momento que las ruedas tengan contacto nuevamente con el asfalto terminarán quedando bloqueadas, y harán que perdamos el control del coche incluso con mayor facilidad.
Recomendaciones básicas para casos de aquaplaning
En aquellos casos donde se produce el aquaplaning, además de lo anterior, es necesario que tengamos presente las siguientes recomendaciones básicas:
Debemos intentar mantener la calma y no dejarnos llevar por el pánico, de modo que podamos asegurarnos de actuar de forma apropiada.
Tenemos que sujetar fuertemente el volante a fin de garantizar que el vehículo pueda girar lo menos posible.
Debemos retirar el pie del acelerador de forma gradual y frenar con suavidad.
Al percibir que los neumáticos tienen agarre nuevamente, debemos corregir la dirección de forma suave para poder recuperar el control del coche.
