Fitbit hace un nuevo paso adelante con el modelo HR que sube un nivel su anterior Fitbit Charge. ¿Qué cambia? ¿Qué significa la HR? Pues Heart Rate; es decir, es la frecuencia cardíaca. O el que es lo mismo, el nuevo Fitbit Charge HR incluye el esperado pulsómetro que nos permitirá seguir nuestras pulsaciones en medida que desarrollamos nuestra vida diaria o, sobre todo, cuando hagamos ejercicio al gimnasio o vamos a correr.
Gracias al sensor que trae por dentro que está en contacto con nuestra piel, la pulsera mide constantemente nuestra frecuencia cardíaca y así nos ahorramos tener que llevar unos de aquellos pulsómetros que se colocan con una cinta bajo el pecho, una cinta que suele dar calor, sudor y, a veces, incluso alergia. Sólo uno “pero” a la función de contar las pulsaciones: nos las da en cifras absolutas (100 pulsaciones, 120, 150…) pero no en porcentaje, cosa que es muy útil para salir a correr o llevar a cabo algunas actividades al gimnasio tipo spinning.
Entre las funciones que incorpora hay las mismas que en el modelo anterior, el Fitbit Charge: identificación de llamadas, vibración en llamadas y para despertarnos, reloj, batería duradera de entre 5 y 6 días, se puede encontrar en 4 colores (negro, ciruela, moratón y mandarina).
Se puede mojar a pesar de que no recomiendan ducharse con ella ni nadar (un par de veces, pero, me duché por error y continuó funcionando perfectamente, osea que es waterproof pero no water resistant) e incluye la aplicación con que puedes hacer un seguimiento de las pasas y kilómetros que haces a diario, calorías que gastas, las horas que duermes, calorías que ingieres (si tienes la paciencia de introducir los alimentos que comes), todo él muy completo con un diseño atractivo muy minimalista y elegante a su vez.
Si lo quereis adquirir su precio es de 149,95€ y se puede comprar en la web oficial.