“Se puede comprar ropa sostenible y continuar siendo moda”, dice Rosa Bernier, co-fundadora de Moves to Slow, una plataforma online de moda sostenible.
Ecológica, ética y de proximidad, estos son los tres principios de Moves to Slow que Bernier justifica: “Ecológico porque los diseñadores que son dentro de esta plataforma usan tejidos ecológicos como por ejemplo el algodón orgánico, el lino, el cáñamo, etc.; Ético porque son marcas que tienen en cuenta las condiciones de trabajo de las personas que hacen la producción teniendo en cuenta los principios del comercio justo; y proximidad, porque son marcas que tienen su producción en el territorio catalán o español”.
Rosa Bernier y Mònica Melero detectaron que había un vacío en cuanto a la promoción de las diferentes marcas que reúnen alguno o algunos de estos principios y encontraron que poner en marcha un proyecto para aglutinarlas era su oportunidad para emprender.
Las dos provienen del grupo Inditex, habían trabajado a los departamentos de compras, importaciones, producto, marketing y @e-commerce. Bernier y Melero se conocieron hace 15 años a la multinacional de moda: “Fue entonces que nació la idea. Viajando entre ciudades referentes de la moda y centros de producción en la Asia vimos grandes contradicciones en el sector: contratación de niños o adultos con sueldos miserables y horarios laborales interminables”.
Mientras Bernier ponía en marcha el proyecto de @e-commerce de Stradivarius a La Coruñaa, Melero trabajó a Fosco y Privalia. Estas dos últimas experiencias en @e-commerce hicieron que decidieran lanzarse a emprender por cuenta propia en diciembre del 2013. La plataforma vio la luz por Sant Jordi del 2014 después de entrar a la Incubadora de Glorias de Barcelona Activa.
La experiencia de trabajar en una gran multinacional de la moda los dio la oportunidad de conocer muchas marcas que trabajan con estos criterios pero que no tenían una gran visibilidad al mercado: “Son muy creativas pero tenían una carencia en marketing”, dice Bernier.
Una vez puesto en marcha la web con la ayuda de Trilogi, expertos en comercio electrónico, ya trabajan con 50 marcas, mayoritariamente catalanas, y “cada día pican a la puerta más para colaborar con nosotros”, añade. La empresaria explica que ellas no buscaban ser un “prestoshop o un magento, sino una web profesional con una alta sensibilidad en cuanto a la moda”.
La idea es ser un market place con el valor añadido que “se puede comprar ropa sostenible sin que deje de ser moda, cool y trendy”, explica Bernier, “romper la asociación de la ropa sostenible con ropa fea”.
Para llegar además clientes Moves to slow hace las fotos de los looks cruzando las diferentes marcas, las acompañan en el tema comercial y de tendencias. “Nosotros no tenemos stockatge, cuando un cliente hace una compra pedimos a la marca el producto y el envío lo realizamos con una empresa asociada que también cuenta con estos valores de sostenibilidad” garantizando así una experiencia total y “no reciba tres paquetes de tres empresas diferentes”, añade la emprendedora. Además, “el envío y las devoluciones son gratuitas!”.
De cara al futuro Moves to slow quiere ampliar la oferta que ahora mismo tienen, “centrada en el mercado femenino y encontrar más marcas de ropa masculina, textil del hogar y moda infantil”.
El tipo de cliente que tienen a Moves to slow sabe qué busca. Según explica Bernier, “por un lado tenemos los clientes que quieren ropa sostenible y ya están concienciados, son gente que compra comer biológico o cosmética biológica y, de la otra, los que tienen un poder adquisitivo más alto y buscan exclusividad”.
Melero acepta, pero, que este es un proyecto a largo plazo “por un tema cultural”, y añade que “en Alemania es infinitamente más fácil encontrar, comprar y vender ropa sostenible”, por este motivo, avanza, “la internacionalización de Moves to Slow no tardará mucho a llegar”.