Los videojuegos ya no son propiedad exclusiva de los adolescentes y es que hoy en día no importa la edad para empezar a jugar. Pero ¿por qué nos hacemos tan adictos a los juegos?
Nuevos medios para jugar con los videojuegos
Anteriormente se necesitaba una pantalla de televisión y una consola para jugar a los videojuegos, lo que limitaba las oportunidades para jugar.
Actualmente gracias al desarrollo de tablets y teléfonos móviles es posible jugar casi en cualquier lugar, como en la calle, en el metro, en la cama, durante el descanso, lo que nos hace fácilmente dependientes.
Gracias al desarrollo de internet, también es posible crear una comunidad de jugadores virtuales, lo que hace que los juegos como Clash of Clans sean muy interesantes y adictivos. Es posible jugar solo sin estar separado del mundo. Al jugar de forma online, formamos un mundo virtual en el que nos complacemos y tejemos nuevos enlaces.
¿Por qué nos sentimos poderosos jugando a los videojuegos?
Algunos juegos actúan sobre nuestra psique. Los diseñadores de videojuegos han innovado a través de sus ofertas.
Ahora presentan juegos serios que les permiten a los adultos mantener su capacidad intelectual y su memoria mientras se divierten. Este es el caso de juegos como el sudoku, pero también juegos con escenas de objetos ocultos y pequeños rompecabezas donde el jugador tiene que trabajar su cerebro para avanzar.
Algunos juegos también permiten que algunas facetas de nuestra personalidad florezcan. Por lo tanto, en los juegos, podemos mostrar sadismo y agresión sin ningún impacto en nuestra vida real. Entonces podemos usar los juegos como una salida, para liberar toda la frustración que sentimos a lo largo del día.
Los juegos nos halagan
Los psicólogos dicen que somos adictos al juego porque hace que nuestro ego se multiplique por diez.
Normalmente y cuando jugamos, seguimos siendo los dueños de nuestras acciones, y este hecho de tener control realmente nos agrada. A través de nuestras acciones en los videojuegos contribuimos a hacer o crear algo, lo cual es muy gratificante para nuestro ego.
Siempre hay una búsqueda que cumplir, un desafío que superar o algo que crear en los juegos y cuando llegamos allí, estamos tan orgullosos de nosotros mismos que no queremos que se detenga.
Alcanzar un nuevo nivel nos da confianza y nos empuja a sobresalir. Esta es la razón por la que una vez liberado, lo jugamos de nuevo para mejorar nuestra puntuación e incluso intentamos obtener la mejor posición posible para cada nivel, incluso, si dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo.
Ser gamer está de moda
En el pasado, los gamer eran considerados de mal gusto y poco interesantes. Por el contrario, hoy en día ser geek está de moda y jugar videojuegos se ha convertido en una tendencia, por lo que todos se animan a participar.
El jugador ya no tiene que ocultar su pasión, incluso puede presumir de ello frente a sus colegas y amigos sin quedar en ridículo.
El juego también es accesible para todos:, ya que kos niños y los ancianos pueden jugar sin problemas haciendo del juego un elemento del patrimonio cultural. A veces, el juego está incluso incrustado en un universo perfectamente inesperado como en las compañías, donde se puede usar el videojuego para introducir a nuevos empleados en el funcionamiento de esta.
Los pros y los contras de los videojuegos
El ordenador, software, CD-ROM, internet, tabletas y teléfonos inteligentes, ofrecen juegos diseñados especialmente para niños.
También hay consolas de videojuegos como la Wii, Xbox, PlayStation, Gameboy, DS que desde muy temprano cautivan al niño. La pregunta es: ¿se deben prohibir estos juegos? o por el contrario, ¿deben los niños tomar conciencia de este mundo virtual?
Los pros
Al jugar con el ordenador el niño aprende a usar un ratón, mueve el cursor en la pantalla y descubre los conceptos básicos de este. Dependiendo del software, el niño puede aprender el concepto de causa y efecto al presionar una tecla o hacer clic con el ratón y producirse una acción en la pantalla.
Algunos juegos le permiten descubrir conceptos básicos como colores, magnitudes y formas.
Por lo tanto debe estar atento y observar bien, ya que este tipo de juego es interactivo, ya que el ordenador reacciona a la acción del niño. Él le dice por ejemplo, si puede encontrar la flor más grande en la pantalla.
Cuando se usa con moderación y bajo supervisión, el ordenador puede ser una herramienta interesante y de aprendizaje para el niño.
Los videojuegos se juegan con un joystick que el niño debe aprender a controlar. Este controlador requiere una actividad bilateral, utilizando diferentes acciones con ambas manos que aprovechan la coordinación.
Su manipulación es por lo tanto más compleja que el movimiento del ratón. La mayoría de los videojuegos estimulan la atención, la motivación, la concentración, la memoria, la resolución de problemas, el reconocimiento visual de personajes y objetos, la velocidad, la lógica temprana y la buena coordinación ojo-mano.
Los contras
Las consolas de videojuegos, juegos de ordenador y tablets no pueden reemplazar a los juguetes tradicionales.
Una encuesta llevada a cabo en 10 países encontró que los niños de dos a cinco años tenían más habilidades virtuales que habilidades motoras. Por ejemplo, el 66% puede jugar a juegos de ordenador simples, mientras que solo el 58% sabe pedalear en una bicicleta.
La exposición excesiva a las pantallas contribuye al estilo de vida sedentario de los niños. Los juegos de pantalla se practican a expensas de las actividades deportivas y el juego libre en el exterior. Los jóvenes que pasan más de dos horas al día frente a una pantalla juegan 30 minutos menos al aire libre que otros niños.
Esto ayuda a aumentar el riesgo de sobrepeso y obesidad. Además, los niños que tienen un televisor en su habitación tienen más probabilidades de aumentar de peso que otros niños. Según algunos expertos, incluso los llamados videojuegos activos no se pueden usar para ayudar a los niños a realizar más actividad física. Sin embargo, pueden transformar el comportamiento sedentario en actividad física que va de ligera a moderada.
Algunos aspectos extras
El mundo virtual ofrece una gran estimulación al niño, pero no puede ofrecerle la misma riqueza de experiencias que el mundo real.
Sin evitar que tu hijo juegue, es aconsejable seleccionar cuidadosamente lo que pone en sus manos y controlar su uso. Limitar y supervisar el uso de estos juegos evita el aislamiento del niño y su pasividad frente a una pantalla.
Estos juegos representan una actividad entre todas las demás, por lo que nunca deben convertirse en la actividad dominante del día a día de tu hijo. Si le proporcionamos y enseñamos buenos hábitos al niño, será más fácil mantenerlo en la edad escolar, cuando el interés está creciendo, especialmente para los videojuegos.