Hoy el SEO manager de una agencia de posicionamiento seo nos explica lo que és un google dance.
Tradicionalmente se ha denominado Google dance – literalmente, al baile de posiciones en Google- los cambios periódicos y sin previo aviso que Google hace en sus algoritmos de busqúeda, para pillar en falso aquellas webs que hacen malas prácticas con el objetivo de aparecer en los primeros lugares de las páginas de resultados. Ya se sabe que, después de hacer una búsqueda, el usuario sólo se interesa por los diez resultados de la primera página y pocas veces pasa a los siete primeros de la segunda. El resto, el 99,99% de las veces, se hace invisible. Es por eso que es tan importante salir de de paginas inferiores a la primera y añadirse a las primeras posiciones, los primeros 17 resultados son por los que pasan los ojos del usuario.
Estar o no estar, esta es la cuestión, que puede valer millones de dólares, e incluso miles de millones si una empresa cotiza en bolsa. Estar entre los 17 primeros es como tener una tienda en el paseo de Gracia o a la Quinta Avenida de Nueva York: aunque vendas castañas, te haces de oro.
La razón de ser de este privilegiado grupo es que Google es el buscador que por defecto usan dos tercios de los internautas conectados a internet. Pero también que cuando uno de estos internautas escribe en Google un determinado concepto y le da a enter, inmediatamente aparece una lista -ordenada en sentido descendente- de lo que el buscador considera que son los resultados más relevantes, es decir, que más valen la pena.
¿Los 17 primeros resultados son los únicos que el usuario llega a ver? Según varias estadísticas si, pero muchas veces estas cosas funcionas como con los pimientos del Padrón, que unos pican y otros no. En otras palabras, al grupo privilegiado del top 17 se cuelan páginas que no tendrían que estar en función de la calidad de sus contenidos o la eficacia de sus servicios, pero que están porque sus amos contratan profesionales expertos en posicionamiento web en Google, los llamados SEO.
Estos profesionales la mayoría de las veces se dedican a optimizar el funcionamiento de una página en función de las exigencias de Google y respetando las reglas del juego, pero otras veces utilizan trucos poco honestos que dan un valor extra a páginas que no se lo merecen. Como resultado, Google pierde eficiencia y la busca del usuario empeora: se llena de contenidos sin valor, spam o repeticiones de un contenido en numerosas páginas, muchas veces páginas más posicionadas que el original del cual han copiado el contenido.
En resumen, la experiencia del usuario se vuelve mala y su imagen de Google empeora, lo cual sin duda es mala para el negocio. Para solucionar este problema, Google aplica estos cambios de algoritmos repentinos e inesperados, de forma que cojan con el pie cambiado las páginas que hacen trampas y ensucian las búsquedas. De este modo, no les da tiempos a cambiar las trampas y adaptarse a las nuevas reglas, y las páginas tramposas desaparecen del grupo de los primeros resultados.
Los cambios funcionan al principio, pero es cuestión de tiempo que los SEO deshonestos vuelvan a encontrar la manera de aparecer en las primeras páginas, aunque sepan que los algoritmos volverán a cambiar. Y así ir tirando. Este es el baile eterno que Google hace desde el principio con los SEO, el Google dance que pretende mantener el nivel de calidad en las busquedas del usuario y sin el cual sería imposible utilizar el buscador con eficacia.
Pero el Google dance también puede dejar fuera de juego algunas páginas de empresas honestas para las cuales es vital figurar en los primeros lugares de la lista ya que ofrecen buenos contenidos y servicios útiles. Son las víctimas colaterales del conflicto entre Google y el spam, que se ven afectadas por detalles técnicos o por una actualización tardía de su estructura de posicionamiento. Lo normal es que con algunos cambios de las técnicas recuperen buenas posiciones, aunque seguramente no las que tenían antes.
Para que recuperen las posiciones tendrán que esperar que el próximo Google dance les haga justicia y les vuelva la relevancia que se merecen. Mientras tanto, pueden haber perdido millones de dólares de facturación. Y quien sabe si incluso se han arruinado. Así son las normas de la realidad cuando es Google quién las dicta.